Mariano Moreno y la ciudad opulenta
Por: Ricardo Jaén. Director Académico. Cátedra Libre Mariano Moreno. (UNLP) La Fragata mercantil británica Fame busca la salida del estuario del Río de La Plata al mar con destino al puerto de Río de Janeiro, punto inevitable de la ruta a Inglaterra. La sigue prolijamente como escolta y para evitar cualquier problema con la escuadra realista de Montevideo, la Goleta de guerra Mistletoe al mando de Robert Ramsay amigo íntimo del viajero importante que merece tal tratamiento: Mariano Moreno, reciente renunciante Secretario de la Junta, ahora con misión diplomática en Londres con la delicada tarea de conseguir apoyo y protección de la única potencia que eventualmente podría ser capaz de “frenar,apaciguar o negociar” la inevitable reacción de la corona española. Se han inaugurado tiempos violentos en la ciudad puerto comercialmente más importante del sur de la américa española. Un hecho casi fortuito en principio como son las invasiones inglesas y su enfrentamiento con la burguesía local disparó la formación de un ejército, localmente poderoso, sostenido por recursos propios. Esto ha permitido, pocos años después, al coronel Saavedra informar al Virrey Cisneros,una de las figuras más hábiles políticamente de esos días, que no estaba en condiciones de garantizar que las tropas bajo su mando podrían “contener con éxito” a la muchedumbre. Tulio Halperín Donghi nuestro principal historiador contemporáneo nos señala que precisamente ese hecho acaecido el 22 de mayo de 1810 y que trajo aparejada la renuncia, posiblemente apresurada, de Cisneros abrió un espacio de tiempo hasta el día 25 en donde Moreno “…va a desplegar una deslumbrante destreza táctica y de su actuación en esos días el punto de llegada de una trayectoria que hasta poco antes no era claro que se orientara en esa dirección”. Ahora bien,si Mariano Moreno es un sobreviviente, como lo define Noemí Goldman (De un abogado burócrata a insurgente. UBA. 2016) para explicar como pasa en muy poco tiempo de un abogado apegado al orden colonial a promotor principal del fusilamiento de Liniers y otros en Cabeza de Tigre, la ciudad comienza también a darse cuenta de que si quiere sobrevivir va a tener que financiar la revolución con sus recursos y las fortunas personales. Parece claramente todo un despropósito. Mariano Moreno y la ciudad de Buenos Aires son un gran cúmulo de contradicciones absolutamente necesarias para la revolución en Hispanoamérica, una empresa a todas luces inviable sin el apoyo decidido de una potencia como fue el caso de Francia con Estados Unidos. Mal o bien, Moreno impone la necesidad de tener una opinión pública ordenada en el pensamiento revolucionario y La Gaceta de Buenos Aires y la fundación de la Biblioteca Pública como así también la utilización,bajo amenaza,de la prédica de los clérigos de la iglesia local o la traducción con su prólogo de El Contrato Social de Rousseau, cumplieron su cometido. La ciudad financia la exportación de la revolución y de quien sino saldrán los fondos para financiar a Belgrano en el ejército del norte o San Martín cruzando a Chile. De la opulencia del puerto. Mientras desaparecían fortunas en la ciudad del pecado, otros en las provincias las consolidaban, son aquellos que protagonizaran la política argentina una vez terminada la guerra de la independencia. Poco importa para el devenir histórico si el Plan de Operaciones es un plagio de la novela crítica de la revolución francesa: “El cementerio de la Magdalena” de Jean Regnault-Warin (Diego Bauso. “Un plagio bicentenario”. Sud Americana 2015) o si Buenos Aires va a necesitar pagar una armada ´´profesional” para liberar el puerto con las simpatías británicas. Es la revolución. Que es urbana y que se fagocita a sus mejores hombres. Impiadosa, contradictoria, sangrienta y llena de traiciones que luego seconvierten en lealtades pero que van a parir un estado nacional que al decir de Ricardo Levene tendrá a Mariano Moreno