Homenaje a Almafuerte en el Círculo de Periodistas

  Este viernes, a las 19 hs, se realizará un homenaje al poeta y periodista Pedro Bonifacio Palacios Almafuerte, al cumplirse 103 años de su fallecimiento, que le realizará el Círculo de Periodistas  de la Pcia. de Bs. As. en su sede de calle 48 número 530 entre 5 y 6.
  En la oportunidad se colocará su foto como presidente honorario post mortem en la galería de los ex presidentes del Círculo, siendo Almafuerte uno de los fundadores de la entidad de periodistas, hace 112 años, en 1908.
  Asimismo habrá en su homenaje un espectáculo de música y poesía, con la presentación de Alfredo y Carlos Viguier en la parte musical con el grupo Trova II y la lectura de poesías a cargo del Lic. Juan Carlos Cellerino.
  La entrada es libre y gratuita.

No entiendo ni J

Muchos de nosotros hemos oído y seguramente pronunciado, la frase: “No entiendo ni J”. Remite al hecho de no saber acerca de un tema en particular. El ¿por qué? de la letra “J” tiene su correlato en el origen hebreo, donde aparece por primera vez. Esa letra fue tomada más tarde por el alfabeto griego, denominada “iota”. Se trataba de una letra que era muy sencilla de escribir, porque se representaba con un simple palito, sin el punto que hoy le agregamos encima. No saber escribirla era un dato que descubría ignorancia por parte de una persona, donde se asumía que si un individuo no sabía garabatear eso, no sabía nada. Así comenzó a formarse la frase.

En los días que corren del verano y de alguna manera, de forma histórica en nuestro país, es difícil comprender algunas cosas. Hay temas en agenda que nos ocupan la mirada desde hace décadas y son recurrentes en la memoria de todos, por ejemplo la palabra “inflación”. En el diccionario de la Real Academia Española el significado remite que es la “acción y efecto de inflar”. Pero si la palabra la trasladamos a la economía, “la inflación​ es el aumento generalizado y sostenido del nivel de precios existentes en el mercado durante un período de tiempo, cuando el nivel general de precios aumenta”.

Hay unas pastillas que son frutadas, muy ricas, que vienen en tamaño regular, masticables, con sabores varios, frutilla, naranja, uva, se pueden comprar en paquetes individuales, que están según el gusto que uno quiere adquirir, o también de forma variada, es decir que en el mismo envoltorio están todos los colores de frutas posibles. Se vende en los kioscos de golosinas. ¿El precio? Bueno, el precio puede tener algunas variaciones. Las pastillas, que pueden ser prescindibles, que no revisten importancia alguna al momento de evaluar una canasta básica de alimentos, ocupan ahora un llamado de atención en la observación. Están insertas dentro del mercado, que tiene la posibilidad de ser libre y regular la economía, porque en teoría, el mercado en un país, lleva adelante la oferta y la demanda de productos y servicios, así de esa forma se determinan los precios.

La ciudad de La Plata está llena de lugares donde las pastillas se venden, pero ¿el precio? Es aquí donde reside el primer sentir de la frase: “no entiendo ni J”. En un Kiosco de calle 6, entre 53 y 54, el paquete de pastillas cuesta $ 42,50. En el Kiosco de diagonal 79, entre 6 y 5 las mismas pastillas cuestan $ 45,00. En la estación de servicios de Avenida 7 y 66, las pastillas cuestan $ 54,80. En el Kiosco de 6 entre 48 y 49, $ 43,00, en otro, a solo pocos metros, en 6 entre 47 y 48 $ 32,00 y en el kiosco de Avenida 19, entre 39 y 40 $ 35,00. ¿Cuál es el precio real? Obviamente ha de ser el que yo elijo. ¿Cómo puede ser que un simple paquete de pastillas tenga tantas variaciones de precio? Claramente el hecho vislumbra todas las fallas posibles de un sistema. Es probable que los costos de producción tengan un aumento porque las materias primas también subieron los precios. Quizás lo sea la mano de obra o la aplicación de un impuesto lo que provoca que esas pastillas suba su precio. ¿Pero cómo es posible que tenga tantas conmutaciones, el mismo producto?

Quizás sea parte del fenómeno de “cobro lo que me parece” que puede trasladarse en todos los artículos. En el año 2014 una mermelada de durazno de marca reconocida costaba $ 17,49 y solo seis años después, la misma mermelada, cuesta $ 110,00. El principal efecto de la inflación en la economía de los hogares es la menor compra de productos, es el reflejo inmediato. También el hecho que los aumentos sean parte de un mecanismo naturalizado, porque se convive con el fenómeno que tiene replicas constante y sonantes en la línea de tiempo desde que uno puede recordar. Es parte de tener que comprar menos porque la cantidad de dinero de las personas hace inalcanzable a un producto. Además si alguien tuviera la remota posibilidad de guardar un peculio, dificulta intentar ahorrar en la moneda local, porque a cada segundo carece de valor. De hecho ahora con el mismo dinero, que en 2014 salía el frasco de dulce, ni siquiera se puede comprar el paquete de pastillas. 

¿La inflación está bajando? No parece posible porque estamos inmersos bajo su flujo. Pero no debemos perder la esperanza. Quizás caminar en la búsqueda del mejor precio sea un camino, un aporte desde los ciudadanos. También lo serían las acciones concretas que bajen el gasto público, los anuncios creíbles. Incluso la acción de terminar con sueldos faraónicos en un país en emergencia. La inflación no es solamente el resultado de lo que puede ser un mal gobierno. Es parte esencial de todos, los especialistas e incluso de los que no entendemos ni J sobre economía, pero que sufrimos las consecuencias a diario. Indivisiblemente se hace una cadena de distorsiones que si no se corrigen de una vez por todas, será difícil reducir la pobreza, tratar de generar una verdadera inversión y ver a la economía saneada. También los que saben, dicen claramente, que una emisión monetaria para financiar el déficit fiscal nunca es una solución. Ese hecho ha sucedido serialmente en nuestro país. Es tiempo de dejar el ensayo error, porque hace demasiadas décadas que sufrimos las pésimas experiencias. Todos saben y tienen la receta magistral de lo que hay que hacer con la economía, pero luego en el timón, dejan de saberlo. Para terminar quiero contar que por supuesto el paquete de pastillas que compré fue el de $ 32. Ese el precio que elegí. Porque podemos no entender ni J del fenómeno de la inflación, pero no permitir que no roben es el principio de un cambio.

Licenciado Guillermo Cavia

Custodios gremiales agredieron a periodista platense

El Sindicato de Prensa Bonaerense repudia el salvaje ataque al periodista Juan Pablo Ferrari -en momentos que efectuada una cobertura periodistica en la zona de 1 y 56 de La Plata-  por parte de dos custodios del gremio SOEME , que fueron detenidos por efectivos de la Comisaría 9, quedando la causa a cargo de la fiscal Ana Medina.

Ferrari estaba cubriendo para la emisora Red92 un operativo en la sede de 1 entre 55 y 56 del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educacion (SOEME) cuando dos personas comenzaron a agredirlo y le robaron el celular con el que tomaba imagenes, por lo que personal policial destacado en 1 y 55, advertido por testigos, intervino de inmediato y detuvo a Dario Cournet (de 48 años) y a Mario Soto (44)  quienes se identificaron como empleados de SOEME.

El celular de Ferrari fue encontrado en la vereda de enfrente, lo que corrobora que el objeto de la agersión no fue un robo sino impedir la cobertura periodística y todo quedó registrado en cámaras de seguridad del estadio del club Estudiantes de La Plata, filmaciones que ya obran en poder de la fiscal Medina.

Ferrari destacó que tanto el personal policial como la seguridad de Club Estudiantes actuaron con suma eficiencia y descartó el robo como móvil del accionar de los dos detenidos.

Fallecio Pío Eduardo Jorge Terry

El Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires lamenta la muerte de Pío Eduardo Jorge Terry, quién fue durante años un periodista del diario El Día y amigo del Círculo. Acompañamos a su hermano, también periodista, Juanjo Terry, toda la familia y los numerosos amigos en este difícil momento.

Lamentos el fallecimiento de Lucrecia Bullrich

El Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires lamenta el fallecimiento de la periodista Lucrecia Bullrich, quién se
desempeñaba en el diario La Nación y participó en varios programas de radio. Una excelente profesional y una gran persona. Quienes la conocimos tuvimos suerte de compartir con ella ese tiempo. Saludamos y acompáñanos a sus familiares.

PUBLICAMOS EL TRABAJO GANADOR DEL PRIMER PREMIO, CINCO SABIOS CIUDAD DE A PLATA, OBTENIDO POR MARTIN ZUCCATO

Luz y sombra de un Piamontés llamado Carlo:

A fines de 1878 Carlo Luigi Spegazzini, joven nacido al norte de Turín, y recién graduado en la Real Scuola de Vitivinicultura y Enología de Conegliano, Italia, se despidió –en dialecto piamontés- de sus padres, radicados en Bairo, Torino, y se embarcó hacia Río de Janeiro, según la tradición emigratoria italiana de su época, para desarrollar su profesión y ganar experiencia científica como botánico.
Llevaba las invitaciones recibidas desde aquel país para integrarse a los claustros universitarios, y también desde la Universidad de Buenos Aires, que por aquellos años las cursaba a todas las universidades del viejo mundo, ávida de incorporar el saber europeo al desarrollo local, tal como lo indicaba el dogma de la llamada generación del 80, por entonces gobernante.
Al arribar a tierras cariocas, Carlo contaba con 21 años, una sólida formación cultural y profesional, una férrea determinación y una barba crecida al estilo de su maestro y mentor, el también botánico especializado en hongos, Pier Andrea Saccardo.
Sobre la marcha, se decidió a cambiar sus planes, porque la epidemia de fiebre amarilla que azotaba el Brasil, lo convenció de dirigirse a probar suerte hacia Buenos Aires, a sabiendas que allí comenzaba a prosperar una nutrida colonia de piamonteses e italianos en general, hallándose la Presidencia de la Nación en manos de Nicolás Avellaneda.
Así, en el verano de 1879, mientras Chile invadía la provincia de Antofagasta y comenzaba la guerra entre este país y la confederación Peruano - Boliviana, el joven Spegazzini llegaba a Buenos Aires y, a través de su amigo y compatriota el naturalista Domingo Parodi, comenzaba a desempeñarse como asistente en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
Rápidamente ganó prestigio y apoyo entre sus colegas, por su carácter amable –provenía de una familia de diplomáticos por parte de madre- y su brillante erudición. Al poco tiempo, en oportunidad de dar una conferencia sobre la importancia económica de determinadas plantas, conoció al ex presidente Sarmiento. Sarmiento para entonces, ya estaba sordo como una tapia, e invitó a Carlo Luigi a su casa (que a estas alturas ya era Carlos Luis), y le pidió que le repita toda la conferencia en un marco menos bullicioso, para poder comprender cada palabra. El gran Sanjuanino quedó encantando con Spegazzini, con quien trabó amistad. Esta y otras conexiones determinaron que fuera elegido para formar parte de la comisión de científicos encargada para fijar el lugar donde debía asentarse la todavía inexistente Capital de la Provincia de Buenos Aires, lo que hizo con gran dedicación, valiéndole ello que las futuras autoridades del Museo de La Plata lo convocaran a esta ciudad, donde fijó definitiva residencia en el año 1884, en la calle 53 N° 477, a dos años de su fundación, forjando amistad con Florentino Ameghino, llegando a ser director de estudios y vicedecano de la facultad de Agronomía, todo ello antes de la reforma universitaria de 1918.
Por aquellos años, fue también uno de los organizadores del bosque platense, seleccionando y aportando las especies a plantar.
El hombre era explorador nato, y trabajador incansable. Buena combinación de la personalidad que le llevó a realizar más de 20 expediciones por Argentina, Chile, Brasil y Paraguay, -cuando viajar era aún un asunto de riesgo-, identificando así miles de especies de plantas y de hongos, que eran su especialidad, de los cuales a su llegada sólo se tenía medio centenar de registros.
En uno de esos viajes –el más famoso- se dirigió a Tierra del Fuego como integrante de la expedición italo-argentina a cargo del Capitán de la Armada Real Italiana Giacomo Bove. Allí, luego de reconocer la flora y fauna de la costa patagónica, la corbeta en la cual se desplazaba naufraga por los fuertes vientos, estando fondeada en la Bahía Sloggett, cercana a la isla Picton. Spegazzini logra salvar su vida y parte de las especies recolectadas, nadando una y otra vez entre la corbeta y la orilla por las frías aguas australes.
Este incidente lo lleva a trabar relación con misioneros y habitantes originarios, interesándose en su idioma y realizando interesantes recopilaciones de palabras y una gramática de leguaje alakaluf, que luego le sería de gran ayuda.
Brindó su compromiso y su profunda erudición a la Universidad Nacional de La Plata, donde enseñó botánica, zoología, mineralogía y química, y tuvo que bregar ante la legislatura –con éxito- para evitar el cierre de facultades por problemas económicos.
Tuvo diez hijos con su esposa María de la Cruz Rodriguez, de los cuales muy pocos lo sobrevivieron. A todos los nombró con nombres inventados en homenaje a su pasión por la química, que no por ello estaban exentos de belleza –Etile, Rutile, Propile, entre otros-
Su hija mayor, Etile Carola, química y candidata a ser su sucesora intelectual, fallece imprevistamente en 1925 de un ataque de apendicitis. Su nombre derivaba de un hidrocarburo de la serie etilénica.
Sus expediciones se vieron favorecidas por el afianzamiento del Estado Nacional que se produjo a fines del siglo XIX, y el interés de la Nación en conocer y afianzar su dominio sobre las vastas extensiones poco conocidas de la Patagonia, el Chaco y otros sectores del territorio distante de la Capital Federal.
Ese afianzamiento nacional colisionaba contra los intereses de Chile y de los pueblos originarios. Ante ambos apoyó a la postura del gobierno imperante.
Con sus conocimientos geográficos, favoreció la posición argentina en los conflictos limítrofes con Chile de la época.
Más oscuro fue su rol frente a las naciones originarias desplazadas: ciertamente algunos hechos indican que las veía como piezas de estudio, como razas pretéritas ya dejadas atrás por la evolución, con solo interés antropológico en su carácter de últimos representantes de razas extintas, siguiendo el criterio del director del Museo de La Plata Francisco Pascasio Moreno y del antropólogo Lehmann Nitsche que también colaboró en dicha institución.
Así vemos que gracias a su conocimiento del idioma de los tehuelches –era un políglota notable-, y mediante ruegos y regalos, según sus dichos, convence a los integrantes de la tribu del cacique Orkeke para someterse a diversas fotografías. Orkeke, junto con su esposa Haad y su hija Meka, integraban una tribu pacífica de 17 varones y 37 mujeres y niños, que fueron secuestrados por la fuerza y retenidos mediante engaños en las cercanías de Puerto Deseado, siendo trasladada luego a los cuarteles militares de Retiro, para robarles su tierra y su ganado. Es en Retiro donde Spegazzini consigue un prolijo conjunto de fotografías de ese grupo originario, sin duda de gran valor documental pero –creemos- con insensibilidad ante la violencia que sufrían los fotografiados.
Ese grupo desdichado retenido en Buenos Aires, fue en principio paseado por teatros y exhibiciones, ante las airadas denuncias del periodismo por su situación ilegal, para finalmente, desarraigados, morir sin jamás regresar a sus tierras.
Del mismo modo, hay registros de la entrega por Spegazzini de cadáveres de habitantes originarios del Chaco al Museo de La Plata, hombres, mujeres y niñas, que el mismo registro museológico señala como “personas de conocimiento del Sr. Spegazzini”. Algunos de esos cuerpos muestran evidencias de haber sido desenterrados. De más está decir que sus muertes fueron dudosas o directamente violentas.
Los cadáveres eran incorporados a las colecciones del museo, previa su disección o descarne.
Extrañas prácticas de manejo de cuerpos sin intervención del Estado, ni de la Policía ni de la Iglesia, según las denuncias que hace por la época el Diario La Capital de La Plata, ante las cuales Moreno se justifica con “el gran valor antropológico de los cuerpos retenidos”.
Era el momento de auge del positivismo, cuando se creía que el progreso sería eterno y que el mismo se produciría con sólo crear las condiciones adecuadas para atraer sabios y trabajadores calificados extranjeros.
Esa corriente de pensamiento a todas luces ha sido insuficiente para superar el subdesarrollo de estas regiones, pero nos ha dejado aportes favorables. Gracias a ellos y a su trabajo a favor de la educación pública, fuimos distintos en el mundo.
Carlos Luis Spegazzini fallece en 1926, a los 68 años, muy afectado por la muerte de Etile. Si bien tenía herederos, lega a la Universidad su obra, libros, instrumental y su casa de la calle 53, donde hoy funciona el Instituto de Botánica que lleva su nombre, devolviendo así con creces, lo que la ciudad le había dado.
Hombre singular y fuera de lo común, de pensamiento poderoso y apreciado por todos los que lo conocían, poseía las virtudes y defectos de su época.
Su luz aún alumbra desde el hemiciclo de los 5 sabios del bosque platense. No es la única luz, ni quizás tampoco esté exenta de sombras, pero el candil que nos ha dejado debemos utilizarlo, junto con otros, si es que queremos atravesar las tinieblas que aún nos rodean.

Temporada de verano 2020 del Círculo de Periodistas

  El Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires informa a sus asociados que se encuentra a disposición los beneficios para la Temporada de Verano 2020.
En tal sentido, este año se firmó un convenio con el Sindicato de Comercio de La Plata SEC mediante el cual se podrá utilizar el Cámping de Punta Lara (foto) –cuenta con pileta, quincho, fogones, espacio verde y recreativo- en Avenida Almirante Brown (camino Costero) y calle 96; asimismo como el predio recreativo de Arana, de calle 137 y 610.
    Para el cámping y el predio recreativo los socios deberán presentar en el acceso a los mismos, carnet del Círculo al día y abonar lo requerido igual que los afiliados del gremio y grupo familiar.
  También se puede acceder a turismo de SEC con hotel en Mar del Plata y complejo de Cabañas en Cosquín (Córdoba). Los interesados deben concurrir al área de turismo del sindicato, en el 5to piso del edificio de la sede de calle 6 Nº 682 entre 45 y 46. O email turismo@seclaplata.org.ar
  Cabe destacar que también continúa vigente la utilización del cámping del Sindicato de Salud Pública, de calle 635 entre 1 y 115.