Micaela García sigue en la lucha y debemos acompañarla
Licenciado Guillermo Cavia
El sábado 8 de abril de 2017 Maslein, jefe de de la policía de la provincia de Entre Ríos, le decía a los medios: «Hemos encontrado el cuerpo de Micaela, desnudo y en un avanzado estado de descomposición». Son palabras que jamás debieran expresarse, pero que sin embargo se repiten como si se tratase de un eco que nos muestra la tristeza infinita de estos hechos aberrantes. Micaela García llevaba una semana desaparecida, hasta que ese sábado su cuerpo fue hallado junto a un árbol en las afueras de la localidad de Gualeguay.
Una semana atrás y de acuerdo al reporte de la policía, se sabía que Micaela había salido a las 5:30 de la madrugada del domingo 2 de abril, de la discoteca King. Era el último registro que tenían de ella. Las autoridades comenzaron una intensa búsqueda. Así dieron con un vehículo, un Renault 18 gris, merodeando el bar donde Micaela había sido vista por última vez. Con esos datos, los medios locales señalaron a mitad de esa semana y con base en informaciones judiciales, que el principal sospechoso de la desaparición de la joven era Sebastián Wagner, de 29 años de edad. Y se conocieron más datos: Wagner había sido condenado a nueve años de prisión en 2012 por abusar sexualmente de dos mujeres en 2010, pero estaba libre desde julio de 2016.
Micaela tenía 21 años y trabajaba activamente para proteger los derechos de las mujeres en Argentina, era una parte esencial de su vida. La noticia de su muerte, cuya desaparición había ocurrido una semana atrás, conmovía al país. Centenares de personas salieron a las calles al conocerse lo sucedido. En las principales ciudades hubo marchas y reiterados pedidos de justicia. Esa muerte de Micaela tenía todos los ingredientes de un femicidio, que podría haber sido evitado. De eso sabe muy bien el Juez Carlos Alfredo Rossi, que puso en libertad condicional a Sebastián José Luis Wagner. Esa decisión hizo que muchas de las protestas se dirigieran hacia él y su medida de dejar en libertad a un violador antes que cumpliera su condena.
La movilización social tras el femicidio de Micaela, que era una luchadora trabajando contra la violencia de género, que estudiaba Educación Física y era militante en el Movimiento Evita, generó exigencias hacia los organismos del Estado, en capacitación en perspectiva de género. Así se llegó a la Ley Micaela, que es una ley de Capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado. Establece la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública, en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación en la República Argentina.
El Instituto Nacional de las Mujeres -INAM- debe certificar la calidad de las capacitaciones que elabore cada organismo y debe difundir en su página web el grado de cumplimiento de cada uno de los organismos públicos, mediante un informe que publica cada año, sobre dicho cumplimiento, de las capacitaciones y la lista de autoridades del país que se capacitaron. Además debe evaluar y difundir el efecto que tuvieron las capacitaciones realizadas por cada organismo. Según la ley, todos los agentes del Estado deben cursar y aprobar todos los años la capacitación. El incumplimiento será considerado una falta grave que incluirá sanciones y obstaculizará el ascenso a un cargo superior en caso de que corresponda.
La Prosecretaría de Medios y Publicaciones de la Universidad Nacional de La Plata realizará una capacitación en género para los medios universitarios (Radio Universidad, TV Universidad y su editorial EDULP) y abierta a las trabajadoras y trabajadores de prensa. Estará dada en el marco de la Ley nacional 27499 (Ley Micaela), a la cual adhirió la UNLP. Las tres jornadas de capacitación, que comenzarán el 19 de marzo, se harán en conjunto con la Prosecretaría de Derechos Humanos, a través de sus Direcciones de Género y Políticas Feministas; la Dirección General de Comunicación Institucional y la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Y con la colaboración del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires. Las actividades estarán orientadas a profesionales de la comunicación y el periodismo, la edición audiovisual, radial, editorial, y a los demás ámbitos laborales de las dependencias mencionadas. Están invitados a participar las áreas de prensa y comunicación de todas las unidades académicas y colegios de la UNLP, y de ADULP, ATULP y FULP. Como también, el Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires, el Sindicato de Prensa Bonaerense, los medios públicos, privados y comunitarios, comunicadores y periodistas de la región.
Micaela sigue en su lucha y es nuestra responsabilidad acompañarla siempre, para no ser parte de una sociedad que naturaliza los hechos, que cree que esto solo les pasa a los demás. Porque esto nos atraviesa como si fuéramos figuras de papel. Sebastián Wagner, quien confesó haber violado a la joven, fue condenado a cadena perpetua. Wagner era un convicto que debió haber estado preso por la violación de dos chicas. Cuando Micaela se cruzó en su camino, Wagner estaba en la calle gracias a que el juez de Ejecución de Entre Ríos, Carlos Rossi, le otorgó el beneficio de la libertad condicional, a pesar que había dictámenes que lo desaconsejaban taxativamente. Rossi luego fue suspendido en sus funciones por mal desempeño, por haber liberado el 1° de julio de 2016 a Wagner, pero prontamente el Juez también fue absuelto y además, lo debo decir luctuosamente, el hombre volvió a su cargo.